El cortejo entre animales del mismo sexo (SSB por sus siglas en inglés) es un enigma para los expertos en biología evolutiva. Obviamente no aporta el beneficio de la reproducción, pero ¿con qué efectos positivos contribuye? Teniendo en cuenta que el SSB ha sido documentado en unas 450 especies animales desde insectos a mamíferos, expertos del Departamento de Ecología y Genética de la Universidad de Uppsala (Suecia)plantean la hipótesis de que se trate de un beneficio genético. Por contraintuitivo que pueda parecer.
El equipo, liderado por David Berger, modificó genéticamente un grupo de escarabajos (Gnatocerus cornutus), tanto machos como hembras, que habitualmente muestran bajos niveles de SSB con el propósito de incrementar esta conducta. Y lo que descubrieron fue que los “hermanos” de estos escarabajos que no habían sido modificados aumentaban su rendimiento reproductivo.
“Por ejemplo – explica Berger – hemos descubierto que los machos a los que habíamos modificado genéticamente, eran menos selectivos a la hora de elegir si aparearse con una hembra o un macho, mientras que sus hermanas producían más crías que antes”. El hallazgo, publicado en BMC Evolutionary Biology,apoya la idea que el SSB puede ser «más frecuente en determinado sexo porque los genes que lo regulan se mantienen por selección natural gracias a los beneficios que aporta al sexo opuesto», conluyen en el artículo sus autores.
Juan Scaliter