Una nueva molécula que busca e invade células infectadas con VIH y elude células inmunes sanas, como si fuera un misil teledirigido. Es lo que ha conseguido un equipo de varios centros de investigación estadounidenses, que publican su trabajo en un artículo de la revista Science Translational Medicine. Los hallazgos abren la esperanza a un tratamiento alternativo para pacientes con sida que no responden a las terapias estándares.
Los responsables del
[image id=»30170″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]artículo, liderados por John J. Rossi y Ramesh Akkina, utilizaron pequeños inhibidores de ARN (siARN). Estas moléculas de ARN de doble hilo, cortas, son capaces de interferir con la expresión de un gen específico. Pese a su habilidad para atacar con precisión a células y moléculas, los siARN han mostrado un éxito limitado como agentes terapéuticos. Cuando son inyectadas en un organismo, los siARN tienden a ser destruidos en la sangre, a veces provocando las defensas inmunológicas del propio cuerpo en el proceso.
El equipo de Rossi y Akkina mejoró la efectividad de los siARN al adjuntarlos a los extremos de moléculas cortas llamadas aptameros, hechas también de ARN. Sus responsables explican que esta molécula combinada funciona como un misil teledirigido. El aptamero es la porción que guía hacia la célula infectada con VIH y entrega la carga letal, el siARN.
La porción del aptamero también puede limpiar el virus circulando en la sangre. Unido al aptamero, el siARN opera mediante la degradación de un elemento clave en el genoma del VIH, el gen tat/rev.
Los investigadores utilizaron en su trabajo ratones con sistemas inmunológicos humanos trasplantados. Como los ratones generalmente no se infectan con VIH, no ofrecen tan buena información como los primates no humanos en la lucha contra el sida. Para contrarrestar esta situación, el equipo de Rossi trasplantó células madre formadoras de sangre humana a los ratones, de forma que éstos portaran tanto sangre como un sistema inmunológico humanos. Posteriormente se les infectó con VIH.
Redacción QUO