Los hermanos Mario y Fernando Tascón son los autores de La Biblia bastarda, una apasionantre y también polémica, novela basada en la existencia de un documento excepcional, El Codex Sinaiticus, considerada la Biblia más antiga conocida, y que presenta notables y trascendentales diferencias con los textos sagrados que actualmente conocemos.
En Quo hemos tenido la ocasión de conversar con uno de los coautores de la obra, Mario Tascón quien nos habló sobre su novela, pero también sobre la auténtica importancia de ese misterioso códice.
Quo. ¿Qué es realmente el Codex Sinaiticus?
Mario. Se considera la Biblia más antigua conocida. Y fue escrita probablemente en el siglo IV. Es un texto cuya existencia desconocen la gran mayoría de los creyentes.
Quo. ¿Quien descubrió su existencia?
Mario. Konstantin von Tischendorf, un bibliófilo alemán, especializado en coleccionar Biblias. En 1844, siendo constciente de que ya no existían en Europa ejemplares más antiguos de los que el poseía, pensó que quizás podría encontrar alguno en Asia. Por eso viajó al Monasterio de Santa Catalina, en el Monte Sinaí, donde se encuentra la segunda biblioteca religiosa más importante del mundo católico después de la del Vaticano. Allí, tras varios meses de estudio, los monjes le regalaron alrededor de 40 páginas de un documento que parecía excepcional, y que después resultaría ser el Codex Sinaiticus.
Quo. ¿Qué ocurrió con esas páginas?
Mario. Konstantin regresó con ellas a Alemania. Llegó a la conclusión de que en el monasterio debía haber más material de ese Códice, y años después regresó para buscarlo. Sorprendentemente le costó mucho encontrar el documento completo porque no estaba en la biblioteca. Lo tenía uno de los monjes en su celda, donde lo usaba para su lectura personal y para realizar anotaciones.
Quo. ¿Cuál es la importancia real de ese Códice?
Mario. Pues que su versión de los Evangelios que, repito, es la más antigua conocida, hay diferencias sustanciales con la que conocemos actualmente. Basicamente en los Evangelios de San Marcos y San Juan no existen los versículos que hacen referencia a la ascensión de Cristo a los cielos. Dichos versículos han sido añadidos en las versiones posteriores con la intención clara de reforzar la naturaleza divina de Jesús.
Quo. ¿Que os puso tras la existencia de este documento?
Mario. Pues una carta enviada por dos prestigiosos libreros británicos en 1934 a un diario de Madrid, que me enseñó el dueño de una librería de viejo. Hay que explicar antes que cuando Konstantin encontró finalmente el Codex se lo entregó al Zar de Rusia, quien había financiado su investigación ya que pretendía crear en Moscú la biblioteca más grande del mundo. Años después, en 1934, el gobienro de Stalin le vendió el Códice a los británicos, una operación en la que los libberos que he mencionado actuaron como intermediarios. En su momnnto el Codex fue el libro por el que se pagó la mayor cifra de la historia. Pues bien, la prensa madrileña recogió la noticia pero olvidó mencionar a los dos libreros, que escribieron esa carta pata protestar por haberse omitido su papel en la operación de compra.venta.
Quo. ¿Qué papel juega el Codex en vuestra novela?
Mario. Pues es el eje central de una trama de intriga ambientada en Madrid en 1934 y en la que las pesquisas de un periodista de la época se entremezclan con los intereses eclesiásticos y de otros personajes pintorescos como sonlos mafiosos de entonces, los espías… Es una historia llena de suspense y también con muchas gotas de humor.
Quo. ¿Creéis que puede resultar polémico hablar del Códice Sinaiticus?
Mario. Nos buscamos escandalizar a nadie. Solo difundir la existencia de un texto religioso prácticamente desconocido por la mayoría de la gente.
Vicente Fernández López