Mira bien la foto que acompaña a este artículo. ¿Ves un crustáceo amarillo en el interior de un pez? Pues, a pesar de su diminuto tamaño, este parásito es el terror de los mares (a su manera). El alien, conocido oficialmente como Artystone trysibia, es un isópodo que, como explica la Agencia SINC, lleva una doble vida: «nada libre en las aguas de los ríos cuando es un juvenil, pero es parásito de adulto».

Se aloja en la cavidad abdominal del pez Chaetostoma dermorhynchum, más conocido localmente como carachama, ocupando el 15% de su escamoso cuerpecillo. Este es su comportamiento en el amazonas, pero este villano es mucho más sádico y agresivo con los peces en estanques o acuarios, ya que puede acabar con ellos de una forma muy cruel: castrándoles y matándoles de hambre.

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Lo peor de todo es que se reproducen a una velocidad pasmosa. Se han llegado a detectar ejemplares con más de 800 crías. Su alta fecundidad se debe a que en aguas turbulentas se precisa un mayor número de isópodos para lograr infectar a los peces de forma eficaz. «La parasitosis afecta en esta zona al 7% de los peces. En la parte baja de los ríos, donde las aguas son más tranquilas, la fecundidad es mucho menor, pero la infección puede alcanzar a más del 30% de los peces.»

Fuente: Agencia SINC

Redacción QUO