El protagonista de esta historia se llama William. Evidentemente, tendrá apellidos, pero estos no han trascendido al ámbito público. Sabemos, eso sí, que vive en Berlín y que un día de 2005 fue al dentista para hacerse una ortodoncia. Parecía una jornada como cualquier otra, pero aquel día su vida cambió para siempre.

Y es que, desde entonces, William parece una sorprendente variedad de amnesia. Cada noventa minutos olvida todo lo que le ha sucedido y, de esa manera, cada día se levanta pensando que es la misma fecha en la que le toca ir al dentista. Y lo realmente increíble es que lleva diez años así.

Su asombroso caso está siendo tratado por especialistas de la Universidad de Leicester (en Gran Bretaña). Gerald Burgess, uno de los neurólogos que lo están estudiando, asegura que nunca había visto un caso de amnesia similar. Un caso que muchos ya han comparado con lo que le sucedía al personaje de Bill Murray en la película Atrapado en el tiempo (conocida popularmente como El día de la marmota), y también con las peripecias de Guy Pearce en Memento, donde interpretaba a un hombre afectado de amnesia que perdía la memoria cada treinta minutos y tenía que tatuarse en el cuerpo las cosas importantes para lograr recordar incluso quien era.

¿Pero por qué le sucede eso a William? ¿Puede ser un efecto secundario provocado por la anestesia que le suministraron en la consulta del dentista? Lo cierto es que el médico que le atendíó aquel fatídico día, recuerda que el paciente reaccionó mal a la anestesia y que incluso se puso pálido, pero los neurólogos no tienen aún ningún dato que demuestre que esa pudo ser la causa de su severa y extraña amnesia.

Mientras tanto, William, que ya ha cumplido 35 años (aunque cada día se despierta sin saberlo) trata de llevar una vida lo más normal posible. Su novia (que debe de ser una especie de versión femenina del santo Job) le ayuda en esa tarea dejándole notas que le informan de las cosas esenciales para desenvolverse en su día a día… Aunque dicho día para él siempre sea el mismo.

Redacción QUO