Efectivamente, si son mancos de ambas manos completas, no se toma registro alguno, y en la ficha, la Policía anota un cero donde debe registrarse la huella dactilar.
Llegado el caso de un delito, una catástrofe en la que haya que identificar cuerpos u otro tipo de necesidades, un juez puede ordenar identificarle mediante pruebas de ADN o de dentadura (ortograma).
Si no tiene ningún dedo, pero conserva las palmas de las manos, se toma un pelmatograma, es decir la huella de la palma de la mano, que es igualmente única en cada individuo y sirve perfectamente como identificación.
De hecho, a los bebés se les registra así en el hospital al nacer.
Enviada por Anabel Martínez, Ribadavia (Ourense)
Redacción QUO