Hasta el reinado de Nicolás I (1825-1855), que lo prohibió como lengua cortesana, el francés fue el idioma predominante de la aristocracia rusa. Con Nicolás II (1894-1917), el ruso ya se había convertido en la lengua principal de la corte, y todos los ministros lo hablaban, incluidos los de exteriores, que desde poco antes tenían obligación de presentar sus informes en ruso. Al inicio de la Revolución Rusa (1917), el inglés comenzó a desbancar al francés como segunda lengua de la corte.
Esto se debió no solo a que la zarina Alexandra fuera nieta de la reina Victoria de Inglaterra, sino a que muchos aristócratas contrataron niñeras británicas para sus hijos. Por idéntica razón, el escritor Vladímir Nabokov solo habló inglés hasta los 6 años.
Redacción QUO