El primer sello adhesivo, tal y como lo conocemos hoy, fue idea del inglés Rowland Hill y apareció en Gran Bretaña el 1 de mayo de 1840. Llevaba la efigie de la reina Victoria I, costaba un penique y fue una de las principales reformas realizadas por el servicio postal británico. Desde entonces, todos los países europeos adoptaron esta manera de franqueo previo para la correspondencia.
En España, la primera serie de sellos de correos apareció en 1850. Tenían cinco valores –seis cuartos, doce cuartos, cinco reales, seis reales y diez reales–, y llevaban impreso el retrato de la reina Isabel II.
Redacción QUO