Parece una frase hecha, pero el doctor Robert Glatter, un especialista del Hospital Lennox de Nueva york, afirma qur si: es posible morir de un ataque de miedo. Tal y como explica el experto, el miedo es una respuesta de nuestro sistema nervioso ante una amenaza que provoca un aumento en los niveles de adrenalina del organismo. La consecuencia es que se incrementa el ritmo cardíaco, las pupilas se dilatan y aumenta el fujo sanguíneo a los músculos. En resumidas cuentas, esa dosis extra de adrenalina pone a nuestro organismo en posición de alerta, ya sea para enfrentarnos al peligro o para huir de él.
Parece un mecanismo perfecto pero, desafortunadamente, en ocasiones también peude actuar contra nosotros mismos dañando el corazón. «Cuando se libera la adrenalina los canales por los que el calcio penetra en las células cardícas también se abren de forma excepcional», explica Robert Glatter. «Y si penetra una cantidad excesiva de calcio, los músculos del corazón cada vez se tensan más, y pierden la capacidad de relajarse. Esta situación puede acabar provocando algún tipo de arritmia que haga que el corazón lata de forma anómala».
Por lo general, nuestro corazón está preparado para resistir este tipo de tensión pero, en algunos casos extremos, esa arritmia puede desembocar en fallo cardíaco fatal.
Redacción QUO