Parece ser que lo que limpiará nuestra ropa en el futuro será tenderla al sol. Al menos eso es lo que afirman científicos del Instituto Real de Tecnología de Melbourne (RMIT por sus siglas en inglés), que han desarrollado nanoestructuras, económicas y eficaces, que pueden ser colocadas en cualquier material textil y degradan la materia orgánica cuando se les aplica luz.
De acuerdo con el director del equipo que llevó a cabo este avance, Rajesh Ramanathan, su aplicación puede llegar a diferentes campos, como los agroquímicos, las farmacéuticas y fácilmente puede ser llevado a la fabricación industrial. “Hay mucho trabajo por hacer antes de tirar las lavadoras a la basura – explica Ramanathan – pero este avance es un paso enorme hacia la creación de tejidos autolimpiables. La gran ventaja de los textiles es que ya tienen una estructura en 3D que les permite absorber luz, lo que acelera el proceso de degradación de materia orgánica”.
Las nanopartículas de cobre y plata ampliadas 150.000 veces en el tejido de algodón. A este nivel las partículas ya son visibles y es obvio que forman parte del tejido. Crédito: RMIT.
Los investigadores han trabajado con nanoestructuras de plata y cobre, conocidas por su capacidad de absorber luz. Cuando estas son expuestas a la luz, reciben energía que les permite crear “electrones calientes”, en palabras de los autores. Estos electrones liberan energía y eso es lo que permite que las nanoestructuras degraden la materia orgánica. El estudio ha sido publicado en Advanced Materials Interfaces.
Para que el tejido cuente con esta nueva “habilidad” basta sumergirlo 30 minutos en la solución de cobre y plata que forma las nanoestructuras. Así ya habrá limpieza en la ropa. La ducha y el desodorante siguen siendo necesarios.
Juan Scaliter