De acuerdo con el European Food Information Council, el microbioma intestinal no solo desempeña una función vital en la salud digestiva, sino que influye también en otros aspectos más generales de la salud.
Un reciente estudio, publicado en mSphere, ha analizado el microbioma de 115 pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI) a las 48 horas y diez 10 después mientras aún permanecían en la UCI. Los resultados los compararon con una base de datos de personas sanas y descubrieron que la flora bacteriana difiere radicalmente entre ambos grupos. Los expertos hablan de disbiosis, o un desequilibrio bacteriano, que empeora durante la estancia de un paciente en el hospital. En comparación con las personas sanas, los pacientes de la UCI habían agotado las poblaciones de aquellos microbios que promueven la salud, dejándolos vulnerables a infecciones adquiridas en los hospitales que pueden conducir a sepsis, insuficiencia de órganos y potencialmente la muerte.
Lo que hace que un microbioma intestinal sea saludable o no, sigue siendo algo complejo de definir para los investigadores, no obstante sospechan que las enfermedades críticas que requieren una estancia en la UCI, están asociadas con la pérdida de bacterias que ayudan a mantener a una persona sana.
«Los resultados mostraron lo que temíamos – afirma el líder del estudio, Paul Wischmeyer –. Hemos visto una disminución masiva de bacterias que promueven la salud.»
Los tratamientos utilizados en la UCI, incluyendo el uso de potentes antibióticos, medicamentos para mantener la presión arterial, y la dieta, pueden reducir la población de bacterias saludables. La comprensión de cómo estos cambios afectan a los resultados del paciente podría guiar el desarrollo de intervenciones dirigidas a restablecer el equilibrio bacteriano, que a su vez permitiría reducir el riesgo de infección por patógenos peligrosos.
Los investigadores compararon sus datos con los obtenidos del American Gut Project (una iniciativa para analizar el microbioma intestinal de cientos de miles de personas) y se sorprendieron de la velocidad a la que se modifica la flora bacteriana una vez ingresan en la UCI. “Vimos el rápido crecimiento de organismos claramente asociados con la enfermedad – concluye Wischmeyer –.En algunos casos, esos organismos se convirtieron en un 95% de toda la flora intestinal a los pocos días de entrar a la UCI”.
Juan Scaliter