Hace 40.000 años, un grupo de humanos desconocidos hasta ahora vivió en una zona de la actual Siberia y convivió con los neardentales y los humanos de los que descendemos nosotros. El fósil de un dedo pequeño de un niño o una niña encontrado en la cueva Denisova, en las montañas siberianas de Altai, ha dado pie a este descubrimiento, dado a conocer en la revista Nature.

Algunos ya se han lanzado a afirmar que es una nueva especie humana que se suma así a la última descubierta, el Homo floresiensis, u hombre de la isla de las flores en Indonesia. Sin embargo, el responsable del hallazgo, Svante Pääbo, se niega a hablar de “nueva especie”. Este especialista en ADN antiguo del Instituto Max Planck explica que no pueden decir cómo era esta criatura, y que por el momento llaman al fósil “Mujer X”, no porque conozcan el sexo, sino por la transmisión materna del ADN mitocondrial, que es lo que se ha estudiado.

En este sentido, los investigadores han utilizado técnicas de identificación de ADN, que le ha permitido demostrar que fueron varios los grupos de homínidos que emigraron de sus orígenes en África.

Redacción QUO