En España, cada año, se consumen unas 170.000 toneladas de café, cuyos restos son descartados sin miramientos como basura, que será orgánica pero que no tiene otro propósito. Hasta ahora. Un grupo de científicos italianos, liderados por Despina Fragouli, ha decidido probar si es posible hacer algo con estos posos.
En un artículo publicado en Sustainable Chemistry and Engineering, demuestran cómo han construido una esponja a partir de silicona y café (40 y 60% respectivamente),capaz de absorber el 99% del plomo y el mercurio después de 30 horas sumergidas en un contenedor. Cuando la esponja fue testada en agua en movimiento, las condiciones reales en las que se podría usar, en tuberías y sistemas de potabilización de agua, demostró una absorción del 67%.
Por cada gramo de esponja, el material absorbía 13 miligramos de plomo y 17 de mercurio. Si tenemos en cuenta que a nivel mundial, cada año se consumen unas 400.000 millones de tazas de café, la aplicación de los restos podría tener un alto impacto.
El riesgo para la salud humana que representa la deposición de plomo ha descendido desde 1990 según el último informe de la Unión Europea y ha pasado de un 71,8% de la superficie de los ecosistemas investigados a un 8,1%. Sin embargo, el mismo estudio destaca que los niveles de mercurio siguen siendo altos, pese a haber descendido del 77,4%hasta el 51,2%. Muchos de estos ecosistemas constituyen importantes fuentes de recursosde agua potable, de ahí la importancia de este nuevo sistema de purificación, fácil de producir, eficaz y económico.
Juan Scaliter