Lo que aparece en la foto es el cadáver de una de las cuatro ballenas que fueron encontradas muertas en una playa de Skegness, en Inglaterra. El impacto que causó en los habitantes de la zona la aparición de los cuerpos sin vida de estos colosos marinos fue mayúsculo. Tras realizar la autopsia a los restos de los animales, los especialistas llegaron a la conclusión de que fallecieron en el mar, probablemente por hambre, y que las mareas acabaron arrastrando sus pesados cuerpos hasta la playa. Los expertos creen que los cetáceos se perdieron mientras buscaban calamares o algún otro tipo de alimentos, y quedaron atrapadas en una zona de aguas poco profundas de la que no pudieron salir, y donde terminaron muriendo por inanición. Desde que comenzó 2016, un total de once ballenas han aparecido muertas en Inglaterra, Holanda y Alemania.
Fotos: Getty.
Vicente Fernández López