A pesar de los tiempos que corren, una nueva investigación realizada por un grupo internacional de investigadores ha confirmado que el sexo ocasional hace sentir mal a un gran número de personas.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos contaron con voluntarios procedentes de varios países, como Brasil, Estados Unidos, Canadá y Noruega (todos menores de 30 años). Se les preguntó si habían sufrido cualquier tipo de emoción negativa en las primeras etapas de una relación, así como tras una noche loca de sexo desenfrenado.
Ambos géneros mostraron preocupación por su reputación así como remordimientos por no haber sido más fuertes y no caer ‘en la lujuria’. El caso es, ¿por qué? Según el coautor de la investigación, Leif Edward Ottesen Kennair, profesor de psicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, «el acto sexual tiende a reforzar los lazos entre las personas si se activan las hormonas adecuadas. Pero para una pareja ocasional que solo quiere disfrutar del sexo y sacar partido a un determinado momento, lo que suele desencadenarse es una sensación de distancia».
Según los resultados, cuatro de cada cinco hombres y mujeres hubieran deseado no actuar por impulso después de una aventura de una noche. Aunque lo cierto es que sus razones son muy distintas. Según la investigación, los hombres por tratar de evitar el futuro contacto con una pareja sexual. En el caso de las mujeres, suelen pensar que han actuado de una forma impulsiva y han ido demasiado rápido.
Los investigadores afirman que los sentimientos más comunes fueron: la necesidad de ser consolado, el sentimiento de inutilidad, llanto, tristeza, sensación de impotencia, sensación de rechazo, soledad, inseguridad, miedo y confusión mental.
Fuente: dailymail.co.uk
Redacción QUO