En los tiempos que corren, es fácil pasar por alto a una persona que tiene un agujero en el cartílago de su oreja. Pero, aunque parezca mentira, no se trata de las señales de un antiguo piercing.
Son pocas las personas que lo lucen en sus orejas. En Estados Unidos, solo un 0,1% de la población. En Reino Unido, un 0,9%. En Corea del Norte, un 5%. Y en Asia y algunas partes de África, entre el 4 y el 10% según una investigación realizada hace unos años.
Se trata de un trastorno congénito conocido como seno preauricular que se forma durante el desarrollo embrionario. Aunque es completamente inofensivo, sí es cierto que puede causar infecciones. Según explica Business Insider, fue documentado por primera vez en 1864 por el científico Van Heusinger.
Según el biólogo Neil Shubin, es probable que estos agujeros sean un remanente evolutivo de las branquias de los peces.
Fuente: iflscience.com
Redacción QUO