Sin lugar a dudas, la ciencia es uno de los inventos más notables de la humanidad. Ha sido una fuente de inspiración y comprensión, ha levantado el velo de la ignorancia y la superstición, ha sido un catalizador para el cambio social y el crecimiento económico. Y, además, ha salvado incontables vidas.
Sin embargo, la historia también nos muestra que ha sido un arma de doble filo. Algunos descubrimientos han hecho más daño que beneficio. Y hay un error que nunca podremos leer en las listas que se publican en Internet recopilando los mayores errores de la ciencia. Sin lugar a dudas, uno de los peores fue clasificar a los humanos en diferentes razas.
Hay otros que también podrían merecer este dudoso honor. Como el error masivo al inventar las armas nucleares, la gasolina con plomo, los combustibles fósiles, los clorofluorocarbonos o el dicloro difenil tricloroetano (DDT). Por nombrar algunos.
Pero la teoría de la raza destaca entre todos ellos, ya que ha contribuido a un profundo sufrimiento y se ha utilizado para justificar actos terribles, como el colonialismo, la esclavitud e incluso el genocidio. Es más, hoy en día sigue utilizándose para explicar la desigualdad social y continúa inspirando el ascenso de la extrema derecha en todo el mundo.
Las razas humanas fueron definidas por antropólogos como Johann Friedrich Blumenbach en el siglo XVIII, en un intento de clasificar nuevos grupos de personas que encontramos y explotamos como parte de un colonialismo europeo cada vez más creciente. Desde el principio, la arbitrariedad y la naturaleza subjetiva de las categorías raciales fue ampliamente reconocido. La mayoría de cosas que ocurrían se justificaban por motivos de diferencias culturales o lingüísticas en lugar de buscar origen en razones biológicas.
A pesar del esfuerzo social por eliminar estas categorizaciones, la raza sigue siendo una de las razones de desigualdad más notables del mundo. Pero, ¿qué hacen los científicos al respecto? Y los antropólogos en particular, ¿creen que las razas siguen siendo válidas? Una nueva encuesta realizada a más de 3.000 antropólogos por Jeniffer Wagner y su equipo ha sido recientemente publicada en la revista American Journal of Physical Anthropology y ofrece algunas ideas valiosas sobre sus puntos de vista y creencias.
Un apabullante 86% considera que ya no está justificado que la población humana se pueda subdividir en razas biológicas. Un 88% no cree que las categorías raciales están determinadas por la biología. Lo que indica, que la mayoría de los antropólogos no crean que haya un lugar para las categorías raciales en la ciencia.
Lo más preocupante es que antropólogos de grupos privilegiados de Estados Unidos eran mucho más propensos a aceptar como válida la teoría de la raza que los grupos no privilegiados. Estos científicos representan el 75% de los encuestados y su poder e influencia atraviesa todas las fronteras. Algo que demuestra que los antropólogos están muy lejos de ser inmunes a los prejuicios inconscientes y a los sesgos cognitivos.
Fuente: iflscience.com
Redacción QUO