El ADN, los ladrillos sobre los que se construye la vida, demuestran ahora una nueva capacidad: la de servir de plataforma para desarrollar nanodispositivos electrónicos de bajo costo.
Un equipo de la Universidad Estatal de Arizona, liderado por Nongjian Tao, ha creado el primer interruptor de ADN. Gracias a ello es posible regular el flujo de electricidad dentro de una sola molécula, aún si estamos hablando a nivel atómico. Del mismo modo que utilizamos los interruptores en el hogar, sólo en una escala 1000 veces menor que un cabello humano, los científicos han modificado sólo una de las cuatro letras químicas del ADN (adenina,guanina, citosina y timina), con otro grupo químico, llamado antraquinona (Aq), que contiene lo que los químicos llaman un grupo redox (abreviatura de reducción, ganancia de electrones o oxidación, pérdida de electrones). Estos grupos químicos son la base de cómo nuestros cuerpos convierten la energía química a través de interruptores que envían todos los pulsos eléctricos en el cerebro o el corazón y también forman parte de la comunicación dentro de cada célula.
“Hemos establecido – explica Tao en un comunicado – que el transporte de carga eléctrica es posible en el ADN, pero teníamos que ser capaces de activarlo y desactivarlo. Ese objetivo lo alcanzamos modificando químicamente el ADN. Y no sólo eso, sino que también podemos adaptar el ADN modificado como una sonda para medir las reacciones a nivel de una sola molécula.Esto proporciona un medio único para estudiar las reacciones implicadas en enfermedades o reacciones de fotosíntesis para aplicaciones de energía renovable”.
La nueva hélice Aq-ADN permitiría extender estas capacidades a la creación de nanodispositivos hechos a partir de ADN. El estudio ha sido publicado en Nature.
Juan Scaliter