El Jardín Botánico de Albury, en Nueva Gales del Sur (Australia) ha sido el escenario de unos macabros crímenes. Tras ornitorrincos han aparecido decapitados y sus cabezas han desaparecido.
Las autoridades descartan que se trate de un depredador, ya que las heridas sufridas por las víctimas demuestran que su asesino ha sido un ser humano. Pero, además, hay otro detalle muy extraño.
En un principio se sospechó que el «platipocida» múltiple pudiera ser un furtivo. Pero los animales fueron cazados en un arroyo que hay en el parque y, luego, trasladados a otro lugar de las instalaciones, donde fueron letalmente mutilados.
¿Por que no los mataron en el río?, se preguntan los investigadores. Todo hace pensar que pudiera haber un propósito ritual en el modus operandi del asesino. O asesinos, porque no descarta que fueran varios.
Por el momento, todas las hipótesis están abiertas, y las autoridades han ofrecido 5.000 dólares de recompensa por la captura del criminal. Además se han decretado medidas de protección para los ornitorrincos locales.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López