Investigadores de la Universidad de Yale, liderados por Xiaobing Zhang y Anthony N. van den Pol, han identificado un grupo de neuronas en el cerebro de roedores que, tras activarse, inmediatamente incitan a comer compulsivamente. La estimulación repetida de estas neuronas, ubicadas en la zona incierta (un núcleo del subtálamo, un área poco estudiada del cerebro) a lo largo del tiempo causó que los ratones aumentaran de peso.
Sorprendentemente, las personas con desórdenes del movimiento que reciben estimulación profunda en esta zona exhiben conductas alimenticias similares.
Los hallazgos de Zhang y van den Pol, publicados en Science, demuestran que apenas dos o tres segundos después de la estimulación, se disparaban los atracones.
A los diez minutos de la estimulación continua, los ratones del ensayo consumieron el 35% del total de los alimentos de un día, en cambio, si la estimulación se producía durante cinco minutos cada tres horas a lo largo de dos semanas, los ratones aumentaban de peso.
Sin embargo, si la estimulación cesaba, los animales regresaban a sus prácticas alimenticias habituales. Finalmente los expertos descubrieron que si estimulaban las neuronas glutamatérgicas cercanas a la zona incierta, se reducía la ingesta de alimentos. El hallazgo podría contribuir notablemente al tratamiento de desórdenes alimenticios.
Juan Scaliter