Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y, pese a los avances de la medicina occidental para tratar y prevenir las enfermedades del corazón aún queda mucho por resolver. Como resultado de ello algunos expertos del Colegio Estadounidense de Cardiología han mostrado interés en la medicina tradicional china como un suplemento a la medicina occidental.
Pero hasta ahora los estudios realizados eran defectuosos or diversas razones. Las fórmulas consisten en docenas de ingredientes con muchas moléculas químicas, lo que hace difícil señalar el mecanismo terapéutico. Los medicamentos disponibles en China no se someten al mismo proceso de aprobación rigurosa y la mayoría de los ensayos se realizan en China por especialistas en medicina tradicional china con medicamentos que en gran medida no están disponibles en Estados Unidos o Europa.
Un nuevo estudio, publicado en el Journal of the American College of Cardiology, señala que la medicina tradicional china podría ser eficaz como un complemento o alternativa a la medicina tradicional occidental en la prevención primaria y secundaria de enfermedades cardíacas.
Los responsables del artículo analizaron unos 160 estudios publicados en los últimos 10 años en los que se utilizaba la medicina tradicional china en pacientes con hipertensión, dislipidemia, diabetes, enfermedad cardiovascular aterosclerótica e insuficiencia cardiaca crónica para evaluar la eficacia y la seguridad de esta práctica.
Los resultados mostraron que ciertos medicamentos chinos mostraron beneficios para diferentes condiciones.
«Hay que tener en cuenta que los medicamentos tradicionales de medicina china se prescriben generalmente como fórmulas complejas, que a menudo son manipuladas por el profesional de manera personalizada – explica en un comunicado Yuxia Zhao, líder del estudio –. Se han elucidado los efectos farmacológicos y los mecanismos subyacentes de algunos ingredientes activos de los medicamentos tradicionales chinos, por lo que algunos medicamentos podrían ser utilizados como un enfoque complementario y alternativo para la prevención primaria y secundaria de enfermedades cardiovasculares”.
Juan Scaliter