Los concursantes de Supervivientes disfrutaban de una bonita noche viendo las estrellas dejando de lado las tensiones y rencillas habituales. ¿Qué podía salir mal? En este caso, el simple hecho de abrir la boca.
Comenzaron a hablar de astronomía, metiéndose en un jardín del que casi ninguno de ellos podía salir. Todo empezó cuando Alba Carrillo dijo: «La Luna llena, el fuego… esto es una locura total ¡no me quiero ir!». Alejandro le respondió entonces, «el Sol es una estrella», a lo que Laura Matamoros no pudo contenerse: «Hombre, claro que el Sol es una estrella» y se preguntaba entonces qué sería entonces la Luna.
Alejandro, que era el único que parecía haber estado pendiente en las clases del colegio, le contestó: «es un satélite». Y como la gran mayoría sabemos, es cierto. Es el único satélite natural de la Tierra. Pero Iván, otro de los concursantes, le cuestionó diciendo: «¿Un satélite la Luna? No, ¡la Luna es como la Tierra». A este desliz tan bochornoso se unió rápidamente Laura, que dudaba seriamente de la afirmación de Alejandro.
Pero este sabía que estaba en lo cierto, así que mantuvo su aseveración, a pesar de que Kiko también se unió al equipo de la incultura. Fue entonces cuando Laura se metió en un jardín todavía más grande diciendo: «Vale, y entonces… ¿la estrella es un asteroide? ¿Un asteroide qué es entonces? Una estrella que pasa ¿no?». Alejandro, el único sensato, le contestó que su definición se ajustaba a una estrella fugaz.
En fin, parece que los concursantes de Supervivientes necesitan urgentemente una clase de astronomía ¿algún voluntario en la sala?
Redacción QUO