Los niños en edad preescolar pueden aprender de los programas educativos en televisión, pero los más pequeños pueden aprender aún más de los medios digitales interactivos (como las aplicaciones móviles con pantalla táctil) que solo de la televisión que no requieren que interactúen. Esa es la conclusión de un nuevo estudio, publicado en Child Development Perspectives, que también señala que debido a que las condiciones específicas que conducen al aprendizaje no son claras, no todos los tipos de medios interactivos aumentan el aprendizaje y no todos los niños aprenden en la misma medida.

«La investigación apenas comienza a abordar cómo los niños aprenden de los medios digitales interactivos, pero la interactividad parece ayudar a los niños pequeños a conectar lo que ven en una pantalla con su experiencia en el mundo – explica Heather Kirkorian, autora principal del estudio, en un comunicado –. Sin embargo, algunos tipos de interactividad son más beneficiosos que otros, y las condiciones óptimas para el aprendizaje pueden variar considerablemente de persona a persona”.

Ya sabemos que los niños se involucran cognitivamente cuando miran televisión y pueden aprender de programas educativos de televisión bien diseñados. Sin embargo, aprender de un video no es lo mismo que aprender de la experiencia directa, y hasta los 2 o 3 años de edad, los niños parecen tener dificultades para aprender de los medios que no son interactivos. Esto puede deberse a que el video carece de muchas señales que apoyan el aprendizaje; por ejemplo, las personas y los personajes de los videos no pueden reaccionar a las expresiones faciales o responder a las preguntas de un alumno.

Así, ¿los medios interactivos apoyan u obstaculizan el aprendizaje? Kirkorian concluye que los medios interactivos pueden ser más exigentes cognitivamente porque los niños deben decidir y generar respuestas motoras apropiadas. Pero los medios interactivos pueden facilitar el aprendizaje aumentando la participación de los niños a través de respuestas personalmente relevantes.

Además, el grado en que la interactividad aumenta el aprendizaje de las pantallas varía considerablemente, según Kirkorian, quien señala que las razones de esta variabilidad no son claras y pueden tener que ver con cambios relacionados con la edad, con las estrategias de aprendizaje de los niños o con limitaciones en la cognición de los niños.

«La medida en que los niños pequeños aprenden de los medios de pantalla depende, entre otras cosas, de la intersección entre las demandas cognitivas de una tarea de aprendizaje particular y los recursos cognitivos de cada niño – concluye Kirkorian –. Por ejemplo, las funciones interactivas que dirigen la atención a información importante pueden ser más útiles que aquellas que desvían la atención de esa información o proporcionan poca orientación. Sin embargo, esto puede ser cierto solo si interactuar con la pantalla no crea carga cognitiva adicional. Al encontrar información particularmente desafiante o novedosa, los niños pueden aprender más de la observación de videos no interactivos que del uso de medios interactivos, al menos a corto plazo”.

Estudio: When and How Do Interactive Digital Media Help Children Connect What They See on and off Screen?

Juan Scaliter