El estudio científico se puede aplicar a casi cualquier ámbito de nuestro mundo. Incluso a uno tan irreal como es la ficción. Un buen ejemplo de ello es el caso de Eric Spana, biólogo de la Universidad de Duke, que ha tratado de investigar el peso de la genética en el universo de Harry Potter.
¿Son genéticos los poderes mágicos que posee el célebre personaje? Esa es la curiosa pregunta que se ha hecho el investigador y, para la cual, tiene una respuesta afirmativa.
Según Spana los poderes mágicos como los de Harry se transmitirían de padres e hijos a través de los genes. Se trataría, además, de un gen no recesivo.
El gen de los pelirrojos, por ejemplo, es recesivo, lo que significa que tiene que estar presente en ambos sets de ADN que recibe el embrión, para que el hijo herede ese color de pelo.
Pero con el gen mágico no sucedería eso. Se impondría siempre. Pero, además, el análisis de diversos personajes sugiere que el en mágico estaría ligado al cromosoma Y. Por tanto, el padre sería siempre el portador del mismo.
Con todo, algunos fans de la saga, han planteado sus dudas sobre esa teoría, basándose en el hecho de que hay un personaje, concretamente Seamos Finnigan, hijo de una bruja y de un hombre sin poderes mágicos. Lo que hace imposible que sea el cromosoma Y el que le haya transmitido el gen mágico.
Pero Spana ha respondido asegurando que eso podría ser así gracias a una mutación autosomal, una variación genética poco frecuente pero que si se da en el mundo real.
Vicente Fernández López