Hay animales tan extraños que fueron capaces de desconcertar al mismísimo Charles Darwin. Uno de ellos fue el Macrauchenia patachonica. De hecho, cuando el padre de la Teoría de la Evolución descubrió sus restos en la Patagonia, dijo que era lo más raro que había visto nunca.
Y no era para menos, ya que esta criatura que vivió durante la última Edad de Hielo, tenía el cuerpo de un camello y la cabeza de un tapir. Pero, ¿a que especie pertenecía realmente? Darwin no fue capaz de resolver ese misterio, y no ha sido hasta ahora cuando un equipo de investigadores de la Universidad de Postdam, en Alemania, ha logrado solucionar el enigma.
Los investigadores logran reconstruir hasta el 80% del ADN mitocondrial de este animal, lo que les permitió llegar a la conclusión de que el Macrauchenia pertenecía al grupo Panperissodactyla, lo que le sitúa en el mismo árbol genealógico del que descienden los caballos, los rinocerontes y los tapires.
Los autores del estudio consideran que se extinguió hace unos 66 millones de años, en el mismo período en el que desaparecieron los dinosaurios.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López