Los especialistas en serpientes divide sus venenos en dos grandes grupos. Aquellas cuyas presas son de sangre caliente, inoculan una sustancia tóxica que afecta directamente a la sangre de estas, mientras que las que se nutren principalmente de presas de sangre fría, tienen venenos que afectan al sistema nervioso.
Pero existe una variedad que aúna ambas características: la serpiente tigre australiana que, según los expertos, posee un veneno que puede calificarse sencillamente de perfecto. Posee una neurotoxina que ataca al sistema nervioso de la víctima inmovilizándola, y también miotoxinas que provocan la coagulación de la sangre, bloqueando las arterias.
Muchas especies de animales desarrollan mutaciones para intentar inmunizarse contra los venenos de las serpientes, lo que provoca que los venenos de los ofidios muten a su vez para ir adaptándose a esos cambios. Pero, según los especialistas, el de la serpiente tigre es tan perfecto que lleva miles de años tal y como es.
Afortunadamente, los humanos si hemos desarrollado antídotos contra esta letal serpiente. Aún así se estima que el 45% de las personas que sufren su mordedura fallecen al no recibir a tiempo el necesario tratamiento.
Vicente Fernández López