En sus primeros tiempos, la Tierra sufrió un impacto con otro objeto de gran tamaño similar a Marte. Los restos de esta colisión formaron la Luna. A esto le siguió un largo período de violento, conocido comobombardeo intenso tardío en el que otros objetos de dimensiones considerables impactaron con nuestro planeta y se integraron a él.
Un grupo de científicos del Instituto de Investigación Southwest realizó una simulación de este período. Los resultados, publicados en Nature Geoscience, señalan que dichos cuerpos habrían sumado a a la Tierra más masa de la que se pensaba anteriormente.
“Llevamos a cabo una serie de simulaciones de las colisiones masivas y del modo en el que los metales y silicatos se integraron en la Tierra durante esta etapa de “acreción tardía” – señala Simone Marchi, autor principal del estudio, en un comunicado –. Basándose en estos modelos, la masa que estos objetos agregaron a la Tierra, podría ser significativamente mayor de lo que se pensaba, con importantes consecuencias para la evolución más temprana de nuestro planeta».
Anteriormente, los científicos estimaban que los materiales integrados durante la etapa final de la formación de la Tierra era de alrededor de un 0,5%, pero la investigación del equipo de Marchi afirma que sería entre 2 y 5 veces mayor. Esto se basa en la concentración de elementos altamente siderófilos (aquellos metales que muestran afinidad por el hierro, como el oro, el platino y el iridio y que suelen encontrarse en el núcleo terrestre). La abundancia relativa de estos elementos en el manto apunta a una acreción tardía: tras la formación del núcleo.
«Estas simulaciones – concluye la coautora Robin Canup –, también pueden ayudar a explicar la presencia de anomalías isotópicas en muestras de rocas terrestres antiguas como la komatita, una roca volcánica formada a partir de lava extremadamente caliente y rica en magnesio, que proviene directamente del manto terrestre. Nuestro estudio propone que al menos algunas de estas rocas pueden haber sido producidas mucho después del impacto de la formación de la Luna, durante la acreción tardía”.
Juan Scaliter