Tener estudios (y saber aprovecharlos, claro) siempre es una ayuda para salir adelante en cualquier área de la sociedad. Incluso, en la mafia. Así lo revelan los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Essex, según el cual los jefes de la mafia que tenían un mayor nivel de estudios, tenían también mayores ganacias materiales.
Los autores del informe analizaron toda la información referente a los grandes jefes de la mafia de las décadas de 1920, 1930 y 1940, y observaron que los que más formación académica tenían, solo habían acudido a la escuela durante ocho años, uno menos que la media de los niños de aquel entonces (aunque existían un par de excepciones de capos que tenían incluso un título universitario). Pese a ello, observaron que existían una relación entre tener más años de formación escolar y un mayor éxito en sus «negocios» y actividades.
Los mafioso se dedicaban a negocios variopintos: casinos, prostitución, tráfico de drogas, extorsión… Muchos de ellos exigían tener los conocimientos adecuados para evaluar riesgos, decidir inversiones… Tareas que, por supuesto, se podían delegar en subordinados. Pero, aún así, siempre era recomendable tener los conocimientos adecuados para vigilar los manejos de dichos subordinados.
De esta manera, los autores del estudio comprobaron que aquellos mafiosos con mayor nivel de estudios habían tenido un 20% más de ganancias en los negocios relacionados con el juego, el tráfico de drogas y la especulación. Y un 8% más en los que estaban vinculados con la extorsión y la prostitución. Todo muy edificante, como se ve.
Actualmente las cosas son incluso más complejas. La mafia busca enmascarar sus negocios ilegales tras otros que sean legales. Buscar esa apariencia de respetabilidad les lleva a invertir en el mundo inmobiliario o empresarial. Por ese motivo, explican los investigadores de Essex, los actuales herederos de las grandes familias mafiosas han ido a la Universidad y poseen los conocimientos necesarios para llevar cualquier tipo de negocio.
Ahora, a quien esto firma, le gustaría poder volver a su niñez para que cuando le preguntasen: «¿Niño, y tú para qué vas a estudiar?, poder responder: «Para mafioso».
Vicente Fernández López