Los modelos actuales de formación lunar sugieren que nuestro satélite se formó como resultado de un golpe entre la Tierra primitiva y un cuerpo del tamaño de Marte, comúnmente llamado Theia. Según el modelo, la colisión entre la Tierra y Theia arrojó rocas y metales fundidos y estoscolisionaron para formar la Luna.
Ahora, un nuevo estudio, publicado en Journal of Geophysical Research: Planets, propone una nueva explicación: la synestia (término de origen griego que une syn, juntos y Hestia, por la diosa helénica de la arquitectura). Una sinestia se produce cuando colisionan dos objetos de tamaño planetario y el resultado es una masa de roca fundida y vaporizada que gira rápidamente. El objeto tiene forma de dónut y, en términos astronómicos, apenas sobreviven un parpadeo: 100 o 200 años.
En este caso en particular, la synestia no solo formó la Tierra, sino también otro cuerpo, más pequeño, que comenzó a orbitar alrededor de su hermano mayor y así nació el sistema Tierra-Luna. La propuesta de una Tierra fruto de la synestia, la hizo el año pasado el mismo equipo de expertos, liderados por Sarah Stewart, que publica este nuevo estudio.
El nuevo modelo resuelve varios problemas en la formación lunar, como por ejemplo que ambos cuerpos tienen semejanzas en su composición química, pero esta no es idéntica.
«El nuevo trabajo explica las características de la Luna que son difíciles de resolver con las ideas actuales – señala Stewart en un comunicado –. La Luna tiene químicamente casi la misma composición que la Tierra, pero con algunas diferencias. Este es el primer modelo que puede coincidir con el patrón de composición de nuestro satélite. Nuestro modelo comienza con una colisión que forma una synestia y la Luna se forma dentro de la Tierra vaporizada a temperaturas entre 2.200 y 3.300ºC. y presiones de decenas de atmósferas”.
Juan Scaliter