La publicación especialziada Neurocase recoge el caso de una paciente (que ha sidfo estudiada por un equipo de la Universidad de California) que padece una curiosa condición. Se ríe cuando ve que le hacen cosquillas a otras personas. Pero no lo hace porque le parezca divertido, sino porque ella misma experimenta dicha sensaicón, aunque nadie ni nada la esté tocando.
Igualmente, también experimenta algo similar cuando otras personas meten su mano en agua fría o tocan superficies de terciopelo, etc. Según los especialistas la mujer tiene lo que clínicamente se conoce como sinestesia tacto-espejo, que define a aquellas personas que experimentan las mismas sensaciones que otros sienten.
En el caso de esta paciente, los investigadores realizaron una serie de experimentos que mostraron que las reacciones de la mujer eran más intensas cuando la persona a la que se le hacían las cosquillas era alguien a quien conocía bien, o cuando veía un vídeo de sí misma mientras se las hacían.
Pero, ¿por qué se produce este fenómeno? Los investigadores aún no lo saben con certeza absoluta, pero la causa parece estar en las llamadas neuronas espejo. Se activan cada vez que vemos que alguien toca algo o es tocado pero, lo normal es que la señal que producen sea anulada por la que genera otras partes del cerebro, ayudándonos así a diferenciar lo que siente nuestro «yo» de lo que experimentan otras personas. Algo que, por algún motivo, no sucede en quienes experimentan la sinestesia tacto-espejo.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López