La publicación BMJ Case Reports recoge un caso sorprendente. La paciente era una mujer que sufría dolores en el brazo y hombro izquierdos. Las pruebas detectaron una lesión tumoral en el húmero, por lo que los médicos pensaron que podía tratarse de un caso incipiente de cáncer de hueso. Pero los análisis posteriores revelaron que la mujer no tenía cáncer.

Pero lo más extraño de todo es que las nuevas radiografías mostraron que tanto el húmero como la ulna (uno de los huesos del antebrazo) habían desaparecido. ¿Cómo podía ser eso posible? La razón es que la mujer padece una extrañísima enfermedad llamada síndrome de Gorham-Stout, también conocida como síndrome de los huesos que se desvanecen, y de la que solo se han diagnosticado 62 casos hasta la fecha.

Esta enfermedad se caracteriza por un crecimiento anormal de los canales o vasos linfáticos, que acaba provocando la rotura de los huesos, que son sustituídos por tejidos tumorales no malignos. La causa de este síndrome aún es desconocida.

La enfermedad no se manifiesta en todos los pacientes de igual forma. Hay algunos a quienes solo les afecta en zonas muy localizadas del cuerpo y en huesos muy concretos. Pero hay otros que ven como ese mal afecta a zonas tan sensibles como la columna vertebral, y acaban sufriendo una parálisis total.

Fuente: LiveScience.

Vicente Fernández López