¿Has sentido alguna vez la necesidad de cambiar de sitio porque una conversación ajena te estaba molestando? Todos tenemos lo que se conoce como espacio personal, que sería ese espacio mínimo que necesitamos para sentirnos cómodos. Y, ahora, por primera vez, una investigación realizada conjuntamente por equipos del University College London y la Universidad Carlos III de Madrid, ha medido como afectan las conversaciones ajenas a ese espacio personal.
Y la investigación ha revelado que cuanto más fuerte es esa conversación, más sentimos la necesidad de tener un espacio personal más amplio. Pero, ¿por qué? Para descubrirlo, los investigadores realizaron un experimento, en el que hicieron que los voluntarios escuchasen dos grabaciones de gente discutiendo. La primera de ellas se desarrollaba en un tono que podríamos considerar neutro, pero la segunda era bastante escandalosa.
Luego, les hicieron escuchar otra grabación en la que se oían paso de gente acercándose a ellos por detrás, y les pidieron que detuvieran dicha grabación cuando considerasen que dichos pasos ya estaban invadiendo su espacio personal. Y los resultados revelaron que, tras haber escuchado la conversación neutra, los voluntarios paraban la grabación cuando los pasos se encontraban a una distancia equivalente a unos cuatro segundos. En cambio, tras escuchar la discusión fuerte, lo hacían cuando los pasos sonaban a unos siete segundos de distancia.
Es decir, una discusión en un tono elevado hacía que las personas sintieran una necesidad de tener un espacio personal más amplio. ¿Por qué? Según los autores del estudio, todo parece indicar que es una medida de autoprotección, para impedir cualquier contacto con las personas que están discutiendo, y así evitar meternos en problemas. Y suponemos que, también, para no tener que escucharles
Fuente: Science Daily.
Vicente Fernández López