Acaba de conocerse la noticia de un hombre de Texas llamado Jeremy Sutcliffe, que fue ingresado con caracter de urgencia tras ser mordido por una serpiente de cascabel. Su estado era tan grave que tuvieron que inyectarle más de veinte dosis de antídoto para salvarle la vida.
El hombre se encontró la serpiente en el jardín de su casa, mientras estaba arreglando las flores, y la decapitó con una herramienta de jardinería. Diez minutos después, agarró la cabeza del reptil sin vida y, para su sorpresa, le mordió en la mano. Pero, ¿cómo es esto posible?
Según los especialistas, se trata de un gesto reflejo de las serpientes, que pueden activar el movimiento de morder e inocular veneno hasta una casi hora después de que les hayan cortado la cabeza. En ocasiones, incluso, pueden morder su propio cuerpo después de haber sido partidas en dos. Por eso, este tipo de casos son más habituales de lo que parece. Un 2014, un chef chino llamado Peter Fan también fue mordido por la cabeza de una serpiente a la que acababa de decapitar en su cocina.
Fuente: Telegraph.
Vicente Fernández López