Entre dos objetos de una calidad similar, uno de ellos de una marca de lujo y el otro de una menos cotizada, habrá hombres que prefieran la primera y otros a los que les de igual. Y, ahora, un estudio realizado por un equipo de la University of Pennsylvania’s Wharton School, revela que la testosterona, la hormona sexual masculina, puede jugar un papel importante en dicha decisión.
Los investigadores realizaron un experimento con más de doscientos voluntarios, a la mitad de los cuales les pidieron que se aplicaran un gel que contenía testosterona, y al resto un placebo. Luego, les pidieron que dieran su opinión sobre una serie de artículos (coches, relojes…) de marcas lujosas. Y lo que observaron fue que quienes se habían aplicado la testosterona mostraban mayor predilección hacia ellos.
Los autores del estudio consideran que la testosterona juega un papel a la hora de empujar al varón a buscar simbolos de estatus, similares a los que exhiben algunos animales, como las astas de los ciervos o la cola del pavo real, que les ayudan a aparearse mejor. Eso no quiere decir que en el caso de los machos humanos la cosa funcione igual, y dichos símbolos sean realmente efectivos (la realidad y el deseo son cosas muy distintas). Pero la influencia de la hormona les hace creer que sí.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López