Que los hombres estamos más o menos obsesionados con el tamaño del pene, no es ningún secreto. Mucho se ha discutido sobre si realmente importa, o si no tiene tanta trascendencia que sea grande o pequeño. Pero esta discusión carece de relevancia cuando nos referimos a los ratones.
Un estudio realizado por la University of Western Australia, ha revelado que las hembras de ratón valoran más la forma del pene que el tamaño, a la hora de elegir con qué machos aparearse. Y sus preferencias parecen orientarse a que, cuanto más redondeado sea el pene, mejor.
Pero los investigadores también han descubierto que los penes de los ratones experimentan cambios y se vuelven más gruesos cuando interactúan y compiten con otros machos para poder aparearse. Los autores del estudio realizaron su investigación con cobayas a los que dividieron en dos grupos. Los del primero se encontraban aislados sin contacto con el otro sexo, y los del segundo fueron juntados con hembras, obligándoles así a competir entre ellos.
Los investigadores observaron que los machos obligados a competir, sufrían cambios en el báculo (el huesos del pene), que se volvía más grueso. Mientras que no experimentaban modificación alguna en otros huesos del cuerpo. Y cuanto más grueso era el báculo, más redondeada resultaba la forma del pene.
Los investigadores creen que han hallado el indicio de un mecanismo evolutivo por el que, la competencia entre machos, hace que sus penes se adapten mejor a las preferencias de las hembras. El siguiente paso es intentar descubrir porque ellas prefieren los penes más redondeados.
Fuente: Discover magazine.
Vicente Fernández López