En el Libro de los Números, uno de los muchos que componen el Antiguo Testamento, se dice que Moisés envió a una docena de espías (entre ellos Josué) ha explorar Canaán, la llamada tierra prometida. El patriarca hebreo quería saber cuanta gente vivía allí, si la tierra era fértil, y a qué sabían sus frutos.
Pues bien, un equipo de arqueólogos ha descubierto una docena de mosaicos en las ruinas de una sinagoga situada en la antigua ciudad israleí de Huqoq. Y precisamente uno de los mosaicos muestra a dos de aquellos espías que, según el relato bíblico, envió Moisés.
El relato cuenta que cuando llegaron a un arroyo, cortaron un racimo de uvas tan grande y pesado que tuvieron que cargarlo entre dos. Y eso es precisamente lo que reproduce esta imagen, que muestra a los dos hombres portando los racimos de uvas. Los grabados tienen una antigüedad aproximada de unos 1.600 años, y pertenecen al período final del imperio romano.
Fuente. LiveScience.
Vicente Fernández López