Ser funcionario de prisiones es una profesión de alto riesgo para la salud. O, al menos, así se desprende de un estudio realizado por la Universidad de Washington, que revela que las cifras de casos de estrés postraumático entre este colectivo profesional son similares a las que se producen entre los veteranos de las guerras de Irak y Afganistán.
Según este informe, las mujeres y los funcionarios afroamericanos son los que más sufren dicho síndrome. Seguidos por los varones de raza blanca que llevan más de diez años de servicio. Además, el estudio revela que estos trabajadores viven bajo continuas amenazas, y que la mitad de ellos han presenciado la muerte de, al menos, un interno a manos de otros reclusos.
Por supuesto, el estudio se refiere a las cárceles estadounidenses. Pero no conviene olvidar que, en España, un informe publicado en 2016 por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), reveló que cada dós días se producía en las cárceles españolas una agresión a funcionarios. El mismo organismo ya había publicado otro informe en 2011, en el que informaba de que entre este colectivo se producían cuatro veces más bajas que entre otros grupos profesionales.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López