El joven de la foto es Mahmoud A. Sarhan, un estudiante egipcio. Y la expresión de su cara ya lo dice todo. El muchacho visitó un parque de El Cairo llamado International Gardens, en el que viven en cautividad ejemplares de varias especies animales. Y su sorpresa fue mayúscula al descubrir que las supuestas cebras que vivían en el recinto, eran en realidad burros a los que les habían pintado rayas.
La chapuza era tan grande que, incluso, el calor había hecho que se corriese parte de la pintura, provocando la aparición de una enorme mancha en el hocico del animal, tal y como se aprecia en la imagen que Mahmoud subió a facebook.
Hay que decir que el director del parque sigue insistiendo que las cebras son auténticas, y que no hay falsificación alguna. Pero, tal y como informa ScienceAlert, algunos expertos que han estudiado las fotos dicen que, aunque en un primer vistazo las rayas parecen dar el pego, si se observan más detenidamente se comprueba que no se ajustan a ninguno de los patrones que siguen las de las distintas variedades de cebras africanas.
Fuente: ScienceAlert.
Vicente Fernández López