Ya existían bastantes indicios de que los vikingos podrían haber descubierto América cinco siglos antes que Cristobal Colon. Había pruebas manuscritas, como las llamadas Sagas de Erik el Rojo y la Saga de los groenlandeses, y también pruebas arqueológicas, como el descubrimiento de L´anse aux Meadows, un yacimiento con los restos de un antiguo poblado vikingo en la isla de Terranova. Y ahora, las más modernas técnicas de investigación genética practicamente han corroborado dicha tesis.
Un equipo de investigadores formado por miembros del Instituto de Biología Evolutiva (centro mixto del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra) y expertos de la Universidad de Isslandia, han encontrado un linaje genético de origen amerindio, entre los miembros (un total de 80 personas) de cuatro familias de Islandia. Dicho linaje denominado C1e, es de origen mitocondrial, lo que implica que fue ntroducido por una mujer. El hecho de que el linaje mitocondrial C sea el típico de los indígenas americanos y de ciertas poblaciones asiáticas, hizo creeer en un principio que procedía de familias asiáticas instaladas recientemente en aquel país. Pero los investigadores descartaron dicha hipótesis al reconstruir las genealogías de las familias estudiadas, hasta descubrir que procedían de cuatro antepasados que vivieron entre 1710 y 1740 en la misma región de la isla.
Los investigadores buscan ahora algún resto con la misma secuencia genética precolombina que sea más antiguo. «Hasta ahora hemos logrado retroceder hasya principios del siglo XVIII, pero sería interesante encontrar un resto más antiguo en Islandia con esta misma secuencia» explica Carles Lalueza-Fox, uno de los expertos del CSIC que ha participado en la investigación. El próximo paso, por tanto, es buscar el lugar donde estén enterrados los antepasados de estas cuatro familias que poseen el linaje amerindio.
Redacción QUO