Es la segunda vez que la sonda espacial realiza un vuelo de aproximación a la superficie de Mercurio. Entre su botín de viaje se encuentra esta imagen, que pone ante nuestros ojos zonas del planeta no observadas con anterioridad. Hasta ahora, nunca se había apreciado esa especie de lluvia radial que parece derramarse sobre el globo desde un cráter situado en la parte superior, ni la composición similar, pero más pequeña, en la zona inferior izquierda. Aunque ambas habían sido detectadas por los radares terrestres, no imaginábamos que su aspecto resultara tan espectacular. Incluso nos ha sorprendido la nitidez del cráter Kuiper (ligeramente por debajo del centro de la imagen) que ya podía verse en las fotografías tomadas en 1974 y 1975 durante la misión Mariner 10. Esperaremos impacientes para ir completando el retrato.
Pilar Gil Villar