No es ningún secreto que los tiburones tienen un sentido del olfato muy desarrollado que les permite perseguir a sus presas en el océano. Ahora científicos de la Universidad del Sur de Florida han descubierto el mecanismo que les permite seguir el rastro.
De acuerdo con los resultados de la investigación, los tiburones detectan pequeñas demoras, de hasta medio segundo, entre la percepción del olor detectada por una fosa nasal y por la otra. Cuando experimentan esta demora, los tiburones inmediatamente giran hacia el lado que detectaron primero.
Jayne Gardiner, quie dirigió la investigación, publicada en Current Biology, asegura que si los tiburones no experimentan ninguna demora en la detección del olor, giran indistintamente a izquierda o derecha hasta que encuentran un rastro más potente.
La importancia de esta investigacóin, reside en que permitirá aplicar los conocimientos adquiridos a robots submarinos que sean capaces de detectar fugas de químicos bajo el agua.
Juan Scaliter
