La revolución gastronómica ya va por la quinta vuelta. Food Revolution 5.0 expone en Berlín propuestas sobre con qué nos alimentaremos cuando la escasez de alimentos naturales sea un hecho. Por ejemplo, proponen diseñar en las ciudades jardines comestibles o enjambres de abejas artificiales, crear carne in vitro a través del cultivo de tejidos musculares y producir enzimas que le den sabor, color y textura a esa base de proteína. Esa es la idea de este huevo: una corteza bioplástica y un apetecible tejido interno de laboratorio.
Según los expertos, los alimentos diseñados de manera artificial pueden producir vitaminas, fibras, azúcares, grasas, proteínas y minerales, todos ellos elementos necesarios para la subsistencia humana.
¿Sabías qué…?
La ONU estima que el mundo deberá producir un 70% más de víveres para 2050. La escasez de recursos fomentará vías alternativas de consumo.
Redacción QUO