Qué necesitas:
Un cepillo de dientes
Un anillo erótico vibrador
Chicle o plastilina
Mira a ver si tienes por casa un cepillo de dientes viejo. Debe ser de esos que tienen las cerdas con una ligera inclinación. Ahora, extrae del anillo erótico la pieza que alberga el vibrador, más la pila (1), y comienza el ensamblaje de este ingenio que hará palidecer de envidia a los ingenieros de la NASA. Córtale el mango al cepillo y, sobre la parte plana, pega con chicle o plastilina (2) el pack del vibrador y la pila. Cuando actives el motor, tu robot comenzará una carrera enloquecida sin que nada le corte el paso. Reconoce que para ser tu primer autómata no está nada mal.
Antes de pegarle “la maquinaria” al cepillo, observa que si lo presionas sobre la mesa y lo sueltas rápidamente, se produce un ligero avance debido a la inclinación de la cerdas. Es su forma inclinada la que impulsa el conjunto hacia adelante. Al colocarle un vibrador encima, se realizan una serie de minipresiones sobre el suelo que generan la marcha.
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Redacción QUO