El nombre tiene tela y habrá que comenzar a buscarle otro más atractivo y sencillo: revestimientos inteligentes autoregenerables. Pero la realidad es que en unos años pueden convertirse en habituales en nuestro dispositivos móviles, ya que harán que los arañazos y las roturas de pantalla sean cosa del pasado. Hasta ahora uno de los mayores obstáculos en el desarrollo de estos materiales era el compromiso entre la fuerza y la capacidad de autorreparación. Recientemente, expertos de la Universidad de Tokyo crearon un material que se autoreparaba bajo presión. Ahora,científicos del Instituto Tecnológico de Harbin (China), liderados por Ming Yang, informan en ACS Nano el desarrollo de un recubrimiento inteligente que es tan duro como el esmalte dental (el mineral más duro del cuerpo humano y también presente, en menor densidad, en los huesos), pero puede curarse a sí mismo como la piel.
El mercado de revestimientos inteligentes es una industria en auge y se espera que crezca en los próximos años. Los revestimientos inteligentes más comunes que pueden repararse a sí mismos se basan en polímeros blandos que se desgastan rápidamente. Pero los revestimientos duros pueden ser demasiado rígidos para volver a unirse y reparar arañazos. El equipo de Yang produjo un recubrimiento más rígido y con mayor capacidad de reparación.
Imitando la estructura de la piel humana, los investigadores utilizaron una técnica de capa por capa para formar una capa inferior suave y dinámica que contiene alcohol polivinílico y ácido tánico. La capa externa, por su parte, era dura y contenía estos compuestos, más una capa de óxido de grafeno. Cuando se fabrica con un espesor determinado, el material se reparaba con éxito al romperlo. También demostró ser un eficaz antibateriano. El material podría servir algún día como un revestimiento electrónico o incluso como un revestimiento a prueba de arañazos en edificios o teléfonos.
Juan Scaliter