Hace 13.000 millones de años no existía la Tierra, tampoco el Sol y las primeras estrellas del Universo, conocidas como de primera generación, acaban de nacer. Las distintas teorías científicas ubican su nacimiento entre unos 200 y 400 millones de años después del Big Bang. Aunque todavía no ha podido ser detectada ninguna explosión de estrellas de primera generación, sí se ha encontrado una de sus “hermanas menores”. Esto lo sabemos gracias a dos científicos españoles que formaron parte de diferentes equipos internacionales y descubrieron la estrella más lejana y antigua conocida hasta la fecha. Este hallazgo será difundido a través de dos artículos en la revista Nature.
El descubrimiento se realizó hace unos meses se pudo observar, gracias al observatorio espacial Swift, la explosión de rayos gamma GRB 090423. Este tipo de explosiones son el fenómeno físico más luminoso de nuestro planeta. Corresponden a la explosión de una estrella gigante al final de su vida. La energía que liberan, en un solo segundo, es equivalente a la de 100 soles durante toda su vida (unos 10.000 millones de años).
Javier Gorosabel, del Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC y autor de uno de los artículos junto a Alberto Castro Tirado, asegura que “estamos hablando de una estrella antigua que ya no existe. La energía de su explosión y su luz han estado viajando desde hace mucho tiempo. Encontrar esto es como hallar un Neandertal.”
Alberto Fernández Soto, del Instituto de Física de Cantabria (centro mixto de la Universidad de Cantabria y el CSIC) y autor del otro artículo, asegura que “es el objeto más antiguo jamás observado. El mero hecho de que lo veamos confirma que en aquella época ya había estrellas, algo que hasta ahora era una hipótesis sin confirmar. La aparición de objetos como este quiere decir que la formación de los cuerpos celestes fue más rápida de lo que se pensaba”.
Redacción QUO