Estudiantes del Colegio de Ingeniería Técnica de la Universidad de Virginia le están dando a los invidentes una oportunidad única: conducir. Dirigido a estimular una vida independiente, el vehículo, utiliza lásers que escanean constantemente el entorno del coche de un modo rápido y eficiente, permitiéndole al conductor llevar a cabo una conducción segura.
Hasta el momento, las aproximaciones realizadas para vehículos conducidos por disminuidos visuales se basaban en tecnologías que prácticamente resolvían todos las situaciones: giraban, aceleraban o frenaban dejando al conductor la sensación de no hacer casi nada.
Por esto el acercamiento realizado por los estudiantes de la Universidad de Virginia es tan diferente. Junto a los lásers, que hacen de los ojos del piloto, los creadores del vehículo han ideado cómo hacer que la información del entorno, llegue al conductor. Un chaleco vibrador les da información acerca de la velocidad a la que están conduciendo, un contador en el volante les da claves de la dirección que deben seguir o cuan pronunciado debe ser el giro y un mapa táctil utiliza aire comprimido para facilitar datos de la ruta y los obstáculos que rodean al vehículo.
Esta iniciativa es la respuesta a un reto lanzado por la Federación Nacional de Ciegos de Estados Unidos a la que sólo respondieron estos estudiantes que ahora son conocidos como el Equipo Desafío al Conductor Ciego (Blind Driver Challenge team). Pese a que aún está pendiente de aprobación, los estudiantes ya analizan hacer varias reformas en el primer prototipo. La principal es dotarlo de energía eléctrica. Esto no sólo les permite sacar al mercado un producto más ecológico y económico, también contribuye a reducir las vibraciones que podrían alterar la información que proporcionan los lásers.
Redacción QUO