¿Cómo es posible que aparezcan de forma recurrente cuando el incesto es uno de los tabúes más consolidados y castigados en nuestra cultura? Según las investigaciones de Freud y otros especialistas en materia de sueños, esa es la causa y, a la vez, el efecto. El tabú del incesto se manifiesta con tanta vehemencia en nuestra cultura que genera un efecto rebote; es decir, reaparece con mayor intensidad en “formato sueño” o en formato “fantasía erótica”, aun estando despiertos. Eso sí, otra de las conclusiones de las investigaciones es que ese sueño o fantasía no supone necesariamente que el “propietario” desee llevarlo a cabo en la vida real. Y es que ya lo decía Calderón de la Barca: “… que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.”
Redacción QUO