Las rocas de la Cuenca de Taoudeni, en Mauritania, escondían un secreto de 1.1 billones de años: los colores más antiguos del mundo. Se trata de unos pigmentos rosáceos que, según científicos de la Universidad Nacional de Australia, van desde el rojo sangre hasta el morado oscuro y que diluidas desprenden un color rosa intenso. El Dr. Nur Gueneli, quien dio con el hallazgo durante sus estudios de Doctorado, explica que se trata de fósiles moleculares de clorofila producidos por organismos fotosintéticos que vivían en un océano ya extinto.
Además del interés que suscita observar el color más viejo de la Tierra, el estudio arroja luz sobre la historia de la evolución. El análisis de los pigmentos descubiertos confirma que hace billones de años las cianobacterias, unos organismos capaces de realizar la fotosíntesis oxigénica, dominaban la base de la cadena alimenticia, lo que podría explicar que tardase tanto en surgir vida compleja.
Estas bacterias no proporcionaban los nutrientes necesarios para el desarrollo de criaturas marinas grandes, que tuvieron que esperar al desarrollo de las algas para tener una fuente de energía rica en nutrientes. Aunque la Tierra tiene 4,6 billones de años, las criaturas con apariencia animal surgieron hace 650 millones, cuando los océanos de cianobacterias comenzaron a extinguirse.
El estudio ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos.
Redacción QUO