El volcán situado en el glaciar islandés Eyjafjallajökull seguirá dando problemas a los aeropuertos europeos. Así lo señala un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha estudiado in situ la erupción del volcán islandés y ha recogido muestras de ceniza para su posterior análisis.
Uno de los científicos de este equipo, José Luis Fernández Turiel, asegura que “no hay datos que indiquen el final de la erupción, por lo que continuarán los efectos negativos sobre el espacio aéreo europeo, aunque con impacto desigual a lo largo del tiempo en función del aporte de magma, la intensidad explosiva y las condiciones meteorológicas”.
Según los investigadores, los datos recogidos sobre temblores y pequeños terremotos evidencian el ascenso de nuevos pulsos de magma hacia la superficie y permiten predecir su continuidad.
Redacción QUO