En los siglos I y II a. de C., los moches, un pueblo prehispánico que vivía en la costa del norte de Perú, practicaban ritos de fertilidad ayudados por piezas en las que se recreaban escenas sexuales. Los moches, o mochicas, eran conocidos como excelentes ceramistas. Esta escultura erótica es una muestra.
Redacción QUO